Los reportes por violencia familiar se mantienen; cada mes se recibe un promedio de 250 denuncias ante la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, de las cuales, el 70 % son comprobadas.
María Lizette Salazar López, procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Sonora, indicó que las cifras no son diferentes a como eran antes de la pandemia, sin embargo, han cambiado las circunstancias en las que se da la vulneración de derechos.
La funcionaria estatal destacó que el problema más común que son reportados es el maltrato infantil y la omisión de cuidados, derivado del consumo de drogas.
“Ahorita el consumo de cristal, yo creo que el 90% de nuestros casos, algún familiar, dentro del seno familiar, consume drogas y eso ocasiona desde abusos sexual en contra de los niños, está aumentando, violencia, maltrato y por supuesto la omisión de cuidados”, dijo.
Alejandra Córdova