La posibilidad de un euro digital avanza con el anuncio del Banco Europeo Central (BCE) de un proyecto piloto de dos años para introducir a largo plazo esta moneda, ante la creciente desmaterialización de los pagos y la multiplicación de estas monedas alrededor del mundo.
El BCE va a lanzar la “fase de investigación” del proyecto de euro digital, que tiene por objetivo suministrar “una moneda bajo su forma más segura”. La decisión final sobre su creación llegará después de esta fase de investigación, de acuerdo a un comunicado publicado por la institución en Fráncfort.
Nueve meses después de la publicación de un informe preliminar y de una ingente consulta pública, el BCE decidió “acelerar la marcha y lanzar el proyecto de euro digital”, según su presidenta, Christine Lagarde.
Si todo sale bien, el euro digital podrá ser una realidad en 2025 y sumarse a los medios de pago a disposición de los europeos.
El BCE se compromete con este proyecto en un momento en el que otros grandes bancos centrales, como el chino y el de Estados Unidos, trabajan a su vez en la emisión de sus propias criptomonedas.
¿Para qué un euro digital?
El BCE quiere acompañar el boom de los pagos virtuales, que se expandió con la pandemia de COVID-19.
Incluso en Alemania, donde impera el dinero en efectivo, los consumidores en 2020, por primera vez, hicieron más gastos por tarjeta.
Pero el BCE teme que este entusiasmo no aproveche las monedas virtuales privadas o las divisas extranjeras.
En 2019, el proyecto de Facebook de crear una moneda virtual provocó un electrochoque.
Además varios países, como China y Estados Unidos, también trabajan en la emisión de sus propias criptomonedas.
China prueba desde marzo el pago con e-yuan mediante teléfono móvil, con la ambición de convertirlo en una moneda virtual de referencia que compita con el dólar, según los expertos.
“Una Europa soberana necesita soluciones de pago innovadores y competitivos”, exhortó recientemente el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.
“La moneda del banco central estará en el corazón del sistema de pagos, reforzando la autonomía de Europa en esta era de monedas digitales”, declaró Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE.
¿Cuál es el interés para el consumidor?
El euro digital va a permitir a familias y empresas disponer directamente de esta moneda con una cuenta abierta en el BCE, lo cual actualmente está reservado a los bancos comerciales.
Este dinero estará protegido de todo riesgo de pérdida, un argumento fuerte en momentos en que el proyecto de garantías europeas de depósito está estancado.
El BCE promete también una utilización rápida, fácil y segura a la hora de pagar en un supermercado o en línea mediante una aplicación de teléfono móvil, por ejemplo.
La meta será “persuadir a los consumidores a pasarse a un nuevo medio de pago que no difiere mucho de los existentes en términos de trato y gama de servicios”, como Apple Pay o Paypal, consideró Heike Mai, economista del Deutsche Bank.
“Los hábitos de pago de los consumidores no cambiarán con el lanzamiento del euro digital”, vaticinó Guido Zimmermann, analista de LBBW.
Pero el sistema podría evolucionar en algunos años, cuando el número y las formas de las monedas digitales hayan aumentado, según Zimmermann.
Los usuarios podrán, por ejemplo, hacer transferencias o pagos entre europeos, reduciendo los costos bancarios, con su “portafolio” de euros digitales disponible 24 horas al día, siete días a la semana.
Con información de CNN Expansión