México vive con optimismo los Juegos Olímpicos. El fútbol, el deporte más consumido en el país, también se ha convertido en una promesa de medalla. El mayor antecedente es el oro ganado en Londres 2012. Y el momento le llegó a una nueva generación mexicana con rodaje y alejada de complejos. En su debut en Tokio, el Tri pasó por encima de Francia (4-1). Control, goles, gambetas. Todo le salió a los mexicanos.
México se mostró gallardo contra Francia. El Tri propuso jugar y atacar desde los primeros minutos. Uno de los jugadores más creativos fue Alexis Vega, que intentaba abrir hueco desde la banda izquierda. En el otro costado, Diego Lainez se dedicaba a encontrar algún hueco para chutar. Los mexicanos presionaron con centros y la posesión, pero no encontraban gol. Henry Martín, delantero centro, desentonaba en el equipo.
Francia estaba incómoda. No podía encontrar su lugar en el primer tiempo. El capitán André-Pierre Gignac, que es ídolo en la Liga mexicana con los Tigres, poco pudo aportar a la ofensiva. El tiro más peligroso fue del galo Nordin, que fue rechazado por el veterano Guillermo Ochoa. Y nada más. La ofensiva de Francia dependía de un Thauvin con falta de ritmo.
En el arranque del segundo tiempo, México salió con el mazo. Lainez tomó un balón por la derecha para esquivar a tres rivales y tirar un centro. Ahí apareció Vega para marcar de cabeza. Fue el respiro para el Tri. Francia todavía no se recuperaba del golpe cuando, en una pésima salida de la zaga defensiva, Sebastián Córdova entró solo para rematar a portería y hacer el 2-0.
Cuando México parecía tener el mando, el central César Montes cometió penalti sobre Kolo Muani. Un regalo mexicano para Francia. Gignac lanzó, Ochoa adivinó, pero el balón entró. El 2-1 puso en aprietos al Tri ante una Francia revitalizada. Uriel Antuna, suplente de Lainez, remató muy cruzado frente al portero Bernardoni a falta de 15 minutos del final. Su revancha ocurrió unos minutos después cuando, tras bajar muy bien un pase de lado a lado de Vega, tiró como jugador de billar para el 3-1. El conjunto europeo se desmoronó con los minutos. En un error del defensor francés Melvin Bard, en el que le cedió el balón a México, Eduardo Aguirre hizo el cuarto gol. Alegría para el equipo dirigido por el exfutbolista Jaime Lozano.
El guardameta Guillermo Ochoa fue elegido como uno de los tres refuerzos mayores de México. Con 36 años y cuatro Mundiales, le dio confianza al equipo mexicano en la portería. Dentro de la Federación Mexicana de Fútbol ponderaron los Juegos Olímpicos por encima del torneo regional en la Concacaf, la Copa Oro. A falta de Héctor Herrera (Atlético de Madrid) e Hirving Lozano (Nápoles), el Tri olímpico contó con lo mejor del talento que ya tiene experiencia en la Primera División y con la mayoría de ellos como titulares. La cara más conocida, además de Ochoa, es Diego Lainez, jugador del Betis.
México continúa su travesía en los Juegos contra Japón (domingo 25, 6.00 hora del centro de México) y luego contra Sudáfrica (miércoles 28, 6.30). El Tri quiere ser cosa seria en Tokio.
Con información de El País